Una flor que no se marchita, un gesto sutil en cerámica.
Ilustrado a mano y esmaltado con cuidado, este objeto pequeño guarda belleza en los detalles y convierte lo cotidiano en ritual.
Hecho para acompañar pausas con intención.
*Artefacto personalizado: Contactamos al artista para recrear esta pieza a tu gusto.