Pequeños árboles que se ensamblan como un rompecabezas silencioso.
Cada uno tallado y pulido en diferentes maderas, dejando que la veta y el color hablen por sí solos.
Una escultura mínima que evoca calma y raíces.
Ideal para esos rincones que merecen crecer hacia adentro.
*Artefacto personalizado: Contactamos al artista
para recrear esta pieza a tu gusto.